Conoce a los Instructores de Lorca Taekwon-Do Team en Maipú
Somos una academia comprometida con los principios del Taekwon-Do ITF, liderados por Sabumnim Alan Lorca González, cinturón negro IV dan. Nuestro enfoque se centra en la disciplina, autocontrol y respeto, formando una comunidad que busca el crecimiento personal y físico de nuestros alumnos.
El Taekwon-Do mejora la concentración, el carácter y la confianza. ¡Ven y descubre por qué Lorca Taekwon-Do es la mejor opción para aprender artes marciales en Maipú!
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BLACK BELT IV DEGREE
Desde los seis años, las artes marciales han sido el eje de mi vida, gracias a la influencia de mi padre y su gusto por ellas. Verlo entrenar con tanta dedicación despertó en mí una curiosidad que pronto se convirtió en entusiasmo. Aunque en esa época no había clases para niños tan pequeños, eso no nos detuvo. Me uní a grupos de juveniles y adultos, siendo el más joven del dojang.
Las artes marciales me enseñaron más que movimientos y técnicas. Aprendí sobre disciplina, autocontrol y respeto, valores que comenzaron a reflejarse en mi vida cotidiana. Las lecciones que recibía en el tatami trascendían el dojo y moldeaban mi carácter. Participar en competencias me ayudó a enfrentar mis propios miedos y a entender que el verdadero desafío es superarse a uno mismo.
Con el tiempo, sentí el deseo de compartir lo que las artes marciales me habían dado. Convertirme en instructor fue un paso natural. Enseñar me permitió ver el impacto positivo que esta disciplina puede tener en otros. Ver a mis alumnos crecer, superar obstáculos y desarrollar confianza en sí mismos es una de las mayores recompensas que he experimentado.
Hoy, las artes marciales siguen siendo fundamentales en mi vida. Continúo entrenando y aprendiendo, siempre buscando mejorar y profundizar mi comprensión. Mi objetivo es inspirar a otros, tal como mis maestros lo hicieron conmigo. Creo firmemente que las artes marciales pueden transformar vidas, no solo en el aspecto físico, sino también en la forma en que enfrentamos el mundo.
Las experiencias que he vivido han moldeado quién soy. Mi compromiso es seguir transmitiendo este legado, ayudando a otros a descubrir el camino de crecimiento personal que ofrecen las artes marciales.
BLACK BELT II DEGREE
Comencé en el Taekwon-Do al inscribirme en una academia cerca de mi casa, y desde entonces, mi pasión ha crecido con cada cinturón y competencia. Uno de mis mayores logros ha sido competir en un Panamericano, una experiencia que me fortaleció tanto física como mentalmente. Llevo 11 años en este camino y soy cinturón negro II dan.
Para mí, ser un ejemplo para los alumnos es esencial, y me enfoco en que aprendan bien las técnicas, aunque eso signifique repetirlas muchas veces. La empatía es un valor clave en mi enseñanza; siempre me pongo en el lugar de mis alumnos para guiarlos de la mejor manera posible. Mi motivación a largo plazo es ver a mis alumnos avanzar, competir y alcanzar sus metas.
También me gustaría estudiar kinesiología para complementar mis conocimientos y ayudar a los alumnos con sus lesiones. El Taekwon-Do ha tenido un impacto muy positivo en mi vida, y creo que puede transformar la vida de cualquiera que lo practique.
Lo que hace especial a nuestra academia es la unión entre todos sus miembros. Aquí, nos enfocamos en cada niño, y nos aseguramos de que nadie quede atrás, algo que no siempre se ve en otras academias. El respeto mutuo y el ambiente positivo son aspectos clave que nos distinguen y crean una atmósfera donde todos pueden crecer y aprender juntos.
BLACK BELT I DEGREE
Desde pequeño, siempre soñé con las artes marciales y el Taekwon-Do, imaginándome como un superhéroe. A los 15 años, motivado por familiares que ya practicaban, empecé a entrenar y me enganché desde la primera clase. Entrenaba seis días a la semana, y cada cinturón que ganaba era un logro que me acercaba a mi primera gran meta: el cinturón negro. Hoy, diez años después, soy cinturón negro I dan.
El camino no ha sido fácil; las lesiones y el cansancio me enseñaron disciplina y perseverancia, y contar con el apoyo de mi familia e instructores fue clave. Para mí, ser instructor es mucho más que enseñar técnicas. Me esfuerzo por crear autoconfianza en los alumnos y guiarlos a superar sus propios límites. Converso con los padres y les hago parte del progreso de sus hijos, ya que creo que ellos son tan importantes en el desarrollo de los alumnos como nosotros, los instructores.
Además de mi dedicación al Taekwon-Do, estudio geología y soy bailarín desde muy chico, apasionado por la naturaleza y la ayuda social. Creo que el Taekwon-Do no solo forma deportistas, sino personas con valores sólidos, y eso es algo que me enorgullece profundamente.
En Lorca Taekwon-Do Team, somos una familia unida. Nos esforzamos en ofrecer un ambiente donde cada persona se sienta apoyada. La cercanía entre padres, instructores y alumnos nos distingue, y en cada clase, buscamos transmitir no solo habilidades técnicas, sino también valores de respeto, disciplina y autocontrol.